El pasado sábado 15 de Noviembre hicimos una doble visita, nuestro ya conocido Oscar de Bolivar y un estreno; Michel de Matauko.
Michel es hijo de agricultores, esto tiene una doble partida, por un lado la facilidad de acceso a tierras, un saber hacer, una estructura ya creada de maquinaria, almacén y por otro recibir un modelo de agricultura extensiva “tipo” en convencional que más tarde él optaría por cambiar.
Este pack agroindustrial mayoritario trae asociado:
- El agricultor no decide que sembrar, la decisión la marca la cooperativa
- Asesores de las propias cooperativas dictan qué productos sintéticos como herbicidas, insecticidas.. hay que aplicar y cuando.
- El precio de venta del producto lo dicta la cooperativas
Salir de esta dinámica significa riesgo, soledad, incomprensión, asumir las riendas del negocio, de la venta del genero… Significa no tener la finca “limpia” de hierbas y ser criticado por agricultores cercanos.
Michel decidió dar el paso a ecológico en parte de su producción, no son muchos los que se animan a hacerlo, tal vez se atreviera porque combina por un lado el legado familiar, conocimiento y saber hacer agrícola de productos como patata, legumbres, cereal, forraje… y por otro su aporte único personal. Es una persona inquieta e inteligente que pronto se replanteó si el modelo convencional de producción y comercialización dados valían para él.
La decisión no fue fácil y el cambio suponía varios retos como la búsqueda en solitario de variedades propicias para el cultivo ecológico, otras formas de laboreo y nuevas maquinarias, ya que una de las diferencias más latentes entre cultivos basados en la agroquímica y un cultivo convencional es que en convencional las hierbas adventicias dificultan gran parte de las tareas.
En convencional aplican productos que evitan la aparición de las llamadas malas hierbas o las “queman” simplificando el aporcado, tratamientos o recolección del producto.
En ecológico no se trata de erradicar esas hierbas de forma química sino minimizarlas con un buen manejo que sane la tierra y labores manuales o mecánicas para que no compitan con el cultivo en los primeros estadios de desarrollo de la planta.
Para ello ha recorrido gran parte del estado y Francia buscando las últimas novedades en maquinaria adaptada a cultivos ecológicos.
Destaca también por su creatividad y capacidad de diseñar y fabricar su propia maquinaria, tiene conocimientos de mecánica, física, soldadura…
Para que os hagáis una idea de la diferencia de costes entre producción ecológica y convencional, las patatas son un producto de regadío, os sonará haber visto en junio a agricultores con largos remolques llenos de tubos de riego que montan una vez sembrada la patata y que recogerán antes de su cosecha.
En convencional solo tienen que “montar” el sistema una vez, en ecológico hay que montar y desmontar varias veces para poder pasar maquinaría que quite mecánicamente las malas hierbas para que no impidan el desarrollo de las patas de patata mientras los convencionales echan herbicidas que matan esas hierbas sin necesidad de desmontar el sistema de riego.
Esto ejemplifica porque la producción ecológica tiene una mayor carga de trabajo con respecto al convencional pero, ¿Nos hemos parado a pensar el impacto de ese constante y sistemático vertido de químicos en las tierras que han de darnos de comer a nosotros y a nuestros hijos?
Su explotación podría encuadrarse en un tamaño mediano-grande, adaptado a la llanada donde los cultivos en extensivo abarcan grandes superficies y están altamente mecanizados.
No estamos hablando de huerta de hortalizas, labores mucho más manuales, si no de cultivos en grandes extensiones y muy mecanizadas y de productos tan básicos como patata, legumbres, cereales y forraje animal.
Nos contó muchas anécdotas, ¡pero para eso hay que venir a las excursiones!
Lo que si os “filtramos” es que a Michel le quedan menos de 10 años para jubilarse y ahora mismo es el mayor productor de patata ecológica de Álava con gran diferencia.
Sigamos apoyando la producción ecológica profesionalizada de cercanía, queremos que este oficio sea una alternativa digna a los jóvenes que quieran dedicarse al campo y que les podamos ofrecer unas condiciones justas y tentadoras teniendo en cuenta los riesgos, grandes inversiones y carga de trabajo que implica trabajar en el campo.
Queremos agradecer a Michel por habernos atendido y su trabajo y dedicación constante.
Michel, productor local de Matauko al noreste de Vitoria